Las obras de La Rambla empezarán en 2022 por Colon
La transformación de la Rambla avanza. El Gobierno municipal prevé empezar el próximo año las obras para convertirla en un paseo más confortable, verde, amable y cultural, con más espacio para el peatón y con una mejor ordenación de los usos.
La aprobación definitiva del proyecto ejecutivo y la inclusión de la reforma en el presupuesto para 2022 harán posible disponer de una primera inversión para poner en marcha durante el próximo año la reurbanización, que arrancará por el tramo Colon – Santa Madrona.
Este martes, la Comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad ha dado el último visto bueno al proyecto por unanimidad. El presupuesto total será de 44,56 millones de euros, y los trabajos se realizarán por tramos.
La nueva ordenación de la Rambla mejorará la accesibilidad y la conectividad entre los barrios del Raval y el Gòtic y la transversalidad de este eje cívico, que actualmente tiene un carácter principalmente lineal.
La intervención, además, se sumará a la reforma de la Via Laietana prevista para principios del próximo año y contribuirá a la reactivación del comercio local y del centro de la ciudad.
Un paseo más cívico
La futura Rambla reduce el espacio destinado al vehículo y da más al peatón. La nueva sección rodada es continua y regular a lo largo de todo el paseo, con un solo carril de circulación por un lado de 3,5 metros de ancho.
La disminución del ancho de circulación permite repartir el espacio sobrante en las aceras laterales, que tendrán una anchura de un mínimo de 3 metros, para facilitar el paseo y disfrute de las personas, frente a las tiendas y establecimientos de la Rambla. El tramo central también crecerá ligeramente por ambos lados para mejorar el espacio de los peatones y las condiciones de vida de los árboles.
El paso de vehículos quedará restringido a los vecinos, taxi, bus, bici, carga y descarga, vehículos de servicio y acceso a aparcamientos, como ya ocurre hoy en día en sentido ascendente. También se incorporarán elementos de seguridad como pilones en los extremos y en los vados peatonales de todo el paseo.
La singularidad de la nueva Rambla se manifiesta especialmente en tres espacios mayores situados estratégicamente a lo largo del eje, en tres de los cruces más singulares: el Espai Moja-Betlem, el Pla de la Boqueria y el Pla del Teatre. Son tres grandes espacios-plaza que se configuran de forma diferente, con plataforma única, para dar respuesta a la propia morfología del espacio, a los flujos transversales y longitudinales, a la especial relación con los principales equipamientos culturales del paseo y la capacidad articulación que el espacio tiene y ha tenido a lo largo del tiempo.
En el ámbito Colom-Drassanes, se modificará el trazado de la avenida de Drassanes para mejorar la conexión con el litoral. Habrá bancos y sillas en los laterales del paseo central y bajo la sombra del arbolado. El alumbrado se unifica con un único diseño más simple y funcional.
Se propone reubicar los quioscos de prensa de forma que no queden enfrentados entre ellos ni con otros quioscos. También se reordenan los quioscos de flores de forma que no queden uno delante del otro, y se pondrán entre árboles en el ámbito de la Rambla de las Flores-Sant Josep, donde han estado históricamente.
Fin de la concesión de los pajareros
Además, durante el próximo año se impulsarán más medidas urbanísticas vinculadas a la adaptación del Plan de Usos de Ciutat Vella y a la puesta en marcha de un plan para proteger el uso de vivienda habitual del paseo.
En este sentido, ante el fin de la concesión de las paradas de los antiguos pajareros de la Rambla, el distrito ya tiene prevista la supresión de los once quioscos que ahora se encuentran realizando una actividad de venta de productos distintos al paseo.
El objetivo del distrito de Ciutat Vella es que se consiga más espacio peatonal, zonas de estancia, eliminar oferta turística y reconectar con el vecindario.
Las obras de La Rambla empezarán en 2022 por Colon
