La Rambla ampliará de forma significativa el espacio para peatones

La transformación de la Rambla ganará espacio peatonal y reforzar su identidad urbana

El Ayuntamiento de Barcelona pondrá en marcha en 2026 una reordenación integral de las terrazas de restauración de la Rambla, vinculada al avance de las obras de reurbanización del paseo. El objetivo principal es priorizar al peatón, liberar espacio público y reforzar la identidad urbana, comercial y cultural de una de las vías más emblemáticas de la ciudad.

La nueva configuración del tramo central comportará la liberación de 1.436 metros cuadrados de espacio público, lo que se traducirá en un incremento del 33% del espacio destinado al uso peatonal. Esta actuación se está trabajando de forma coordinada con el Gremio de Restauración y con Amics de la Rambla, con la voluntad de consensuar un modelo más ordenado y de mayor calidad.

Inicio de la fase decisiva de las obras en el eje central

A partir de enero de 2026 comenzará la fase más relevante de la reforma, centrada en el ámbito comprendido entre el Liceu, el Pla de l’Ós y la calle Nou de la Rambla. Los trabajos incluirán infraestructuras, pavimentación, alumbrado y nuevo mobiliario urbano, desarrollándose por etapas para minimizar el impacto.

Desde finales de 2025, las obras ya han avanzado en el tramo central entre la plaza de Catalunya y las calles Santa Anna y Bonsuccés, lo que ha implicado la retirada de terrazas en el espacio lateral y la reubicación provisional de quioscos de prensa. Con la ampliación del perímetro de obras, las licencias de las terrazas afectadas quedarán suspendidas temporalmente, hasta su reimplantación progresiva en los nuevos espacios definidos.

Una Rambla más ordenada, accesible y con identidad propia

La reordenación responde a la voluntad de configurar una Rambla más despejada, segura y cómoda, una vez finalicen las obras. El proyecto se ajusta a la normativa vigente y establece nuevos criterios para las ocupaciones del espacio público, garantizando distancias adecuadas, itinerarios libres y la preservación de elementos urbanos y patrimoniales.

La actuación se inscribe en una transformación más amplia, no solo física, sino también social, cultural y económica, que busca consolidar la Rambla como eje de referencia para la ciudadanía, más allá de su uso turístico. En este contexto, se recupera el protagonismo del paseo central entre el Liceu y Colón, reforzando su función como espacio de estancia y encuentro.

Con la nueva ordenación, las terrazas deberán concentrarse exclusivamente en el tramo central y adaptarse a un modelo que triplica el ancho disponible para el paso peatonal, pasando en algunos puntos de los actuales 2,40 metros a entre 8,50 y 9,60 metros, según el tramo. Esta ampliación supone una mejora sustancial en comodidad, accesibilidad y convivencia.

Renovación de las terrazas y mejora de la calidad urbana

El Ayuntamiento también plantea actualizar la imagen y los elementos de las terrazas, con el fin de elevar la calidad global del espacio público. Esta nueva identidad visual se definirá conjuntamente con el sector de la restauración, alineándose con el carácter singular de la Rambla y con los objetivos de la reforma.

Actualmente, la Rambla cuenta con 62 establecimientos de bar y restaurante, que representan alrededor del 30% del tejido comercial activo. Con el nuevo modelo, la ocupación del espacio se racionaliza para equilibrar la actividad económica con el uso ciudadano del paseo.

Una intervención integral y compartida

La reurbanización de la Rambla se inició en junio de 2024 y cuenta con una duración prevista de 34 meses y una inversión de 55,6 millones de euros. El proceso se acompaña de mecanismos de coordinación y participación, como la Oficina de Coordinación de la Rambla y el Espai Rambla, concebidos para informar y dialogar con ciudadanía, comerciantes y agentes culturales.

En paralelo, se han impulsado instrumentos estratégicos como el nuevo Plan de Usos de Ciutat Vella, la creación del Consell de la Rambla y el proyecto de renovación del Mercado de la Boqueria, reforzando una visión compartida de futuro para el paseo.

Las actuaciones ya ejecutadas incluyen la retirada de antiguas paradas en desuso, la reubicación provisional de floristas y quioscos, así como medidas para reducir el tráfico y reorganizar la carga y descarga y el estacionamiento. Todo ello forma parte de una transformación coordinada que aspira a devolver a la Rambla su papel central como espacio urbano de calidad, convivencia y identidad barcelonesa.