Fallece el papa Francisco a los 88 años

Muere el papa Francisco a los 88 años tras complicaciones de salud

El papa Francisco falleció este lunes de Pascua a los 88 años, tras varios meses lidiando con una frágil salud debido a una neumonía bilateral que lo tuvo hospitalizado durante más de un mes. Jorge Mario Bergoglio, elegido tras la renuncia de Benedicto XVI, pasó a la historia como el primer pontífice latinoamericano y miembro de la Compañía de Jesús en liderar la Iglesia Católica.

Con un humilde “hermanos y hermanas, buenas tardes”, se presentó ante el mundo, marcando el inicio de un pontificado que transformaría profundamente la Iglesia.

Una Iglesia cercana y en constante transformación

Durante su liderazgo, Francisco impulsó reformas clave en favor de la inclusión, la justicia social y la transparencia eclesiástica. Enfrentó de forma decidida los escándalos de abusos sexuales, fomentó el rol de la mujer dentro de la Iglesia, y adoptó una postura abierta hacia la comunidad LGTBI.

Su papado se caracterizó por promover la fraternidad, la paz y una Iglesia más abierta y empática, alejada de los formalismos tradicionales.

Desde Buenos Aires al trono de San Pedro

Nacido en 1936 en Buenos Aires, Francisco creció en una familia de fuerte fe católica. Antes de abrazar la vida religiosa, trabajó como técnico químico. A los 22 años ingresó como novicio en la Compañía de Jesús y más tarde cursó estudios en Filosofía, Teología y Humanidades.

Fue ordenado sacerdote en 1969 y asumió responsabilidades clave durante los años de dictadura militar, ayudando a perseguidos políticos. Fue nombrado obispo auxiliar en 1992, luego arzobispo de Buenos Aires, y en 2001 cardenal. Participó en el cónclave de 2005 que eligió a Benedicto XVI.

Una sencillez que rompió con los protocolos vaticanos

Desde sus tiempos como cardenal, Francisco mostró un estilo austero y cercano. Rechazó lujos, residencias oficiales y prefería movilizarse en transporte público. Ya como Papa, decidió residir en la Casa de Santa Marta en vez del tradicional Palacio Apostólico.

Cambió los símbolos del poder pontificio, usando zapatos negros en vez de rojos y joyas de plata en lugar de oro. Su cercanía se vio también en su uso de vehículos abiertos, desde donde saludaba al público, algo que le ganó una enorme popularidad en todo el mundo.

Una Iglesia que escucha y camina unida

Desde su llegada al papado, defendió una Iglesia sinodal, es decir, una comunidad de fieles que camina junta. Criticó el clericalismo y promovió el diálogo, resaltando en 2024 que “no necesitamos una Iglesia paralizada, sino una que escuche y sirva”.

Subrayó que todos somos pecadores, pero igualmente dignos de acogida, reiterando su compromiso con una Iglesia que incluye y no juzga.

Predicar con el ejemplo fue su estilo

Francisco tradujo sus palabras en acciones con los llamados “viernes de misericordia”, en los que visitaba personas marginadas, desde refugiados hasta reclusos y drogodependientes.

Redefinió el Jueves Santo lavando los pies a mujeres y personas de distintas religiones, alejándose de las prácticas tradicionales del Vaticano. En el plano internacional, condenó las guerras, denunció la crisis migratoria y exigió acciones concretas contra el cambio climático.

También tuvo una conexión especial con los jóvenes, a quienes instó a luchar por sus ideales con su famosa frase: “¡Hagan lío!”, pronunciada en la Jornada Mundial de la Juventud de 2013.

Un enfoque más abierto hacia la comunidad LGTBI

El papa Francisco adoptó una postura más inclusiva, permitiendo la bendición de parejas del mismo sexo y el bautismo de personas trans, aunque sin modificar la doctrina sobre el matrimonio tradicional.

No obstante, mantuvo restricciones para seminaristas homosexuales, y algunas declaraciones privadas, como su crítica a “la mariconería” en los seminarios, generaron controversia.

Reformas internas y lucha decidida contra los abusos

Desde el inicio de su pontificado, enfrentó con determinación los casos de abusos dentro del clero. Pidió perdón públicamente, creó la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, y estableció mecanismos universales de denuncia.

Reformó el Código de Derecho Canónico, incluyendo penas más severas por delitos de pederastia, y en 2022 promovió una nueva Constitución Apostólica para reformar la Curia.

Uno de los hitos fue permitir que laicos y mujeres ocuparan cargos de liderazgo, como el nombramiento en 2025 de Simona Brambilla como la primera mujer al frente de un dicasterio vaticano.