Empieza la temporada de caza de jabalí en la sierra de Collserola
Este jueves ha empezado la temporada de caza del jabalí en el macizo de Collserola. La primera de las 20 redadas programadas desde el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural se ha realizado en la zona de caza controlada de Collserola dentro del término municipal de Sant Cugat del Vallés, con la participación de 38 cazadores autorizados.
El resto de redadas programadas en la cordillera se irán haciendo hasta el mes de febrero de 2023 y se reparten entre los municipios de Cerdanyola del Vallès, Sant Just Desvern y Sant Feliu de Llobregat. La superficie de las redadas no supera las 150 hectáreas y ocupa una proporción que no alcanza el 2% de la superficie del Parque Natural.
Durante los últimos años se mantiene la actividad cinegética en este espacio natural donde las sociedades de cazadores locales pueden llevar a cabo tanto redadas de caza del jabalí como la caza de conejos, palomas torcaces, tordos y becadas. Las jornadas de caza van siempre de 8 a 15 horas y se encuentran aprobadas en el plan técnico de gestión cinegética anual y fijadas en un calendario y ubicaciones concretas.
Un espacio muy visitado con medidas de seguridad
La singularidad del macizo de Collserola, donde el uso público y el número de visitantes es mucho más alto que en la mayoría de espacios naturales, obliga a regular de forma muy estricta la actividad cinegética para hacérsela compatible. Por ello, las medidas de seguridad son extraordinarias para reducir el riesgo de accidentes.
Así, la página web del Parque Natural de la Sierra de Collserola anuncia estas redadas para que los usuarios puedan encontrar alternativas. La web informa también sobre los límites y accesos de las zonas de redadas que quedan restringidas al resto de usuarios mediante el correspondiente decreto de alcaldía de los municipios por los que se desarrolla. Además, en los centros de información y a través de las redes sociales desde el consorcio se dan avisos de las zonas y fechas de las redadas.
Los organizadores de la redada están obligados, además, a señalizar claramente los accesos principales y a disponer a una persona que informe de la prohibición de acceder a ellos.
