Instalan en el Eixample una macroestación de control de la calidad del aire
Barcelona dispondrá en los próximos días de una macroestación, o supersite, de control de la calidad del aire, una estructura mayor que las habituales cabinas de vigilancia de la contaminación distribuidas por la ciudad, que incorporará tecnología para determinar los llamados contaminantes emergentes, no contemplados hasta ahora en la normativa.
Este fin de semana se ha sustituido la antigua cabina de la estación del Eixample de la Red de Previsión y Vigilancia de la Contaminación Atmosférica (XVPCA) de la Generalitat, situada en la confluencia de la Avenida de Roma y el calle Conde de Urgell, por una estructura de mayores dimensiones.
La estructura acoge a los equipos que miden los niveles de contaminantes legislados (dióxido de azufre -SO2-, dióxido de nitrógeno -NO2-, monóxido de carbono -CO-, ozono troposférico -O3-, partículas de diámetro inferior a 10 micras ya 2 ,5 micras -PM10 y PM2,5-, benceno -C₆H₆-, metales, hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs-, y carbono negro) y este mismo lunes se han añadido los de determinación de partículas ultrafinas, los de especiación química de partículas en tiempo real, y de análisis de sulfatos, nitratos, amonio -NH₄-, compuestos orgánicos y metales.
Diez estaciones en Barcelona
En Barcelona hay diez estaciones de la XVPCA que miden la concentración en el aire de los principales contaminantes atmosféricos: la nueva macroestación del Eixample y nueve más. Los datos que se obtienen automáticamente y en el Laboratorio de la ASPB proporcionan información de la calidad del aire en los diferentes puntos de la ciudad.
De esta forma, las situadas en áreas con un grado de urbanización elevado y lugares de influencia directa de las emisiones de los vehículos se llaman estaciones urbanas de tráfico (UT) y son las del Eixample, Universitat, y Gràcia – Sant Gervasi. Las que no tienen una fuente clara directa son las estaciones de fondo urbano, y son las de Palacio Real, Zona Universitaria, Sants, Parque de la Ciutadella (IES Verdaguer), Poblenou, y Vall d’Hebron.
El supersite del Eixample, además de funcionar como punto de referencia de la calidad del aire en las calles más transitadas de la ciudad, aportará a partir de ahora nuevos datos que permitirán estudiar con mayor profundidad la evolución y comportamiento de la contaminación que afecta a la salud de las personas y tomar más medidas para reducirla.
