Barcelona quiere vetar el acceso a los perros desatados en los parques

El concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica del Ayuntamiento de Barcelona, Eloi Badia, ha anunciado que el consistorio estudia restringir la entrada de perros desatados en los parques y jardines de la ciudad con franjas horarias especiales.

«Ahora ya hay suficientes áreas de recreo para perros y ya tocaría levantar la moratoria», dijo Badia en una entrevista a betevé.

Badia, que ha tenido que aclarar sus declaraciones a la televisión local, considera que ha llegado el momento de limitar el acceso de los perros desatados en algunos parques para «proteger la naturaleza», como ya se ha hecho recientemente en el parque de Diagonal Mar, donde las mascotas no pueden entrar en buena parte del recinto, ya que el Ayuntamiento quiere convertirlo en un refugio de la biodiversidad y fomentar la cría de las 150 especies de aves que se han identificado.

De los 200 parques y jardines que hay en Barcelona, en unos 70 ya está prohibida la entrada y ahora se quiere regular el acceso a los restantes. El establecimiento de franjas horarias es una opción, aunque Badía no descarta limitar espacios concretos o directamente vetar su entrada en función de las necesidades concretas de cada parque.

Aparte, el gobierno municipal ha reconocido este miércoles que arrastra un importante retraso en el despliegue de las Zonas de Uso Compartido (ZUC) para peatones con o sin perro. La ordenanza de 2014 prevé crear una por barrio y todavía no hay ninguno en la ciudad.

Según la actual ordenanza, con una moratoria de siete años, está permitido llevar al perro desatado

Pasear al perro por la calle sin correa es completamente legal en Barcelona. Esto es posible por una moratoria que se arrastra desde 2014, cuando se aprobó la Ordenanza de Protección, Tenencia y Venta de Animales, y que pospone la obligatoriedad de llevar el animal sujeto.

La ordenanza, que regula cómo se deben tener los animales de compañía en Barcelona, condiciona la obligatoriedad de llevar los perros atados por la calle a la implementación de unas zonas de usos compartidos que el Ayuntamiento no ha terminado de desarrollar.

Según la normativa, las llamadas zonas de usos compartidos son espacios donde, en horarios determinados, los animales pueden ir sin atar. El Ayuntamiento explica que está definiendo en todos los distritos estos espacios donde «será posible el esparcimiento de los perros y el tráfico de personas».

De hecho, ya se ha hecho una prueba piloto en 90 espacios. Además, la ciudad también cuenta con zonas de recreo para perros, espacios destinados específicamente para estos animales.

La moratoria sólo sirve como excepción para los perros considerados de razas no peligrosas, siempre que estén «bajo control visual y educados para responder órdenes verbales». El texto hace referencia a la vía y espacios públicos, y no incluye zonas restringidas, como parques históricos o infantiles, entre otros.


El Parque de la Estación del Norte tendrá nueva zona para perros

 

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