Andorra se suma a Radars para combatir la soledad de las personas mayores
La secretaria de Estado de Asuntos Sociales de Andorra, Ester Cervós, y la teniente de alcaldía de Derechos Sociales de Barcelona, Raquel Gil, han firmado el convenio que oficializa la adhesión del Principado de Andorra al proyecto Radars, impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona y el Instituto Municipal de Servicios Sociales.
Redes comunitarias contra la soledad no deseada
Radars tiene como objetivo prevenir y paliar la soledad no deseada entre las personas mayores mediante la creación de redes de vecinos, comerciantes, voluntarios y profesionales. Todos estos agentes colaboran para detectar situaciones de vulnerabilidad y ofrecer apoyo personalizado a quienes lo necesitan, fomentando un entorno más solidario e inclusivo.
Con la firma en Andorra, el proyecto continúa su expansión internacional, tras su incorporación en 2023 de la ciudad de Lisboa. Hasta ahora, Radars había establecido convenios con 17 ciudades del territorio español.
Promoción de la autonomía y el bienestar emocional
El Ministerio de Asuntos Sociales de Andorra destacó que el convenio refuerza los recursos y servicios destinados a las personas mayores, promoviendo su autonomía y bienestar emocional. Ester Cervós afirmó que la iniciativa permite avanzar en políticas innovadoras, inclusivas y centradas en la persona, garantizando una vida digna y plena para todas las personas mayores del país.
Raquel Gil celebró que Radars se exporte al Principado, resaltando que es un proyecto comunitario de éxito, impulsado desde 2008 en Barcelona, donde ha logrado crear una red de apoyo que involucra vecinos, entidades, comercios y servicios sociales. Actualmente, en Barcelona, Radars está presente en 59 barrios, con cerca de 2.500 personas mayores atendidas en 2024 y más de 300 voluntarios.
Día Internacional de las Personas Mayores con un manifiesto contra el edadismo
Funcionamiento del proyecto
Los agentes de Radars conforman una gran red de prevención y acción comunitaria, coordinada por los servicios sociales, con el objetivo de fortalecer las relaciones de las personas mayores con su entorno cercano, facilitar su acceso a recursos y actividades de ocio, y garantizar que puedan seguir viviendo en su hogar con seguridad y bienestar.
Vecinos, comercios, farmacias, voluntarios y entidades trabajan juntos para convertir los barrios en comunidades humanas, seguras y solidarias. Aquellos que actúan como “radares” deben observar la rutina diaria de las personas mayores y, ante cualquier cambio en su comportamiento o aspecto, notificar al proyecto, donde profesionales de los Servicios Sociales intervienen junto con la red del barrio según sea necesario.
Despliegue del proyecto en Andorra
La implementación en Andorra ha contado con la colaboración de equipos técnicos del Ayuntamiento de Barcelona y del Principado, y estará dirigida a personas que experimentan soledad no deseada o desean ampliar su círculo social. El servicio será gratuito y contará con voluntarios que realizarán llamadas periódicas, acompañarán a los mayores y los integrarán en actividades sociales en su parroquia.
El proyecto comenzará una vez estén finalizados los protocolos de actuación entre el Ministerio y los comunes, los órganos locales de las siete parroquias andorranas, así como todos los agentes y servicios vinculados a las personas mayores. Previamente, se llevó a cabo una encuesta a la población mayor de 65 años para identificar las parroquias con mayor riesgo de soledad, donde se dará inicio prioritario a la implementación del programa.
