Más de 750.000 personas llenan las calles de Barcelona para recibir a los Reyes Magos

Los Reyes Magos han vuelto a llenar de ilusión las calles de Barcelona. Recibidos por miles de niños, Melchor, Gaspar y Baltasar han reunido a 750.000 asistentes a la cabalgata, según fuentes municipales. Sus Majestades han recorrido la ciudad, acompañados de un séquito de más de 1.300 personas y han repartido seis toneladas de caramelos, con algunas carrozas renovadas y homenajes a los cien años del metro y los doscientos de los Tres Tombs de Sant Antoni.

Los Reyes Magos llegaron a la capital catalana a bordo del Pailebote Santa Eulàlia, como ya es tradición, pasadas pocos minutos de las cuatro y media de la tarde. En el Portal de la Pau los recibió el alcalde, Jaume Collboni, quien les ofreció pan y sal y les entregó las llaves de la ciudad para que pudieran entrar en todas las casas. Collboni pidió a Melchor, Gaspar y Baltasar que trajeran “paz y prosperidad para todo el mundo”.

El alcalde también recordó a los niños afectados por la Dana en el País Valencià y deseó que «se puedan levantar con una sonrisa». Sus Majestades se dirigieron a los centenares de niños que los esperaban y les aseguraron que habían venido “cargados de regalos, juguetes y un poco de carbón”.

Desde el Portal de la Pau, Melchor, Gaspar y Baltasar se desplazaron hasta el paseo de Circunvalación en carros tradicionales llevados por seis caballos, en homenaje a los Tres Tombs de Sant Antoni.

Una cabalgata llena de luz y sonido

La cabalgata arrancó pasadas las 18:00 horas desde el parque de la Ciutadella y estuvo llena de novedades. Además de la renovada carroza del carbón, destacó la incorporación de una línea de metro especial en homenaje a los cien años del suburbano: la “Reis Express”.

También se renovó la tecnología de los vehículos técnicos y se mejoraron la iluminación y el sonido. Como cada año, el paje Gregori —que estrenó un vehículo mayor con elementos inflables—, la paje Estel, el paje Omar y los pajes carteros encabezaron la comitiva. El desfile pasó por la avenida del Marqués de l’Argentera, el paseo de Colón, la avenida del Paralelo, la ronda de Sant Pau, la calle de Urgell y la calle de Sepúlveda.

El desfile se dividió en once grandes bloques, cada uno con entidad propia y dirigido y coreografiado por compañías con experiencia en el recibimiento a los Reyes Magos. El séquito de bienvenida, del grupo Brincadeira, contó por primera vez con todos los integrantes iluminados con luz propia, generando un efecto visual integral.

Innovaciones y música en directo

También destacó el nuevo séquito de los sueños, que este año incorporó inflables gigantes de hasta 10 metros de altura, además de las carrozas tradicionales como la del carbón, con fuego real y música en directo. El séquito de los carteros también brilló, recogiendo cartas de última hora y cestos que permitieron que el público pudiera interactuar.

En cuanto a la música, se escucharon nuevas composiciones realizadas en colaboración con el Conservatorio del Liceo, todo bajo la dirección artística de Barbarana Ponts. La inclusión también tuvo un papel relevante, con la participación de entidades de personas con diversidad funcional y la introducción de lengua de signos en las coreografías.

Un final mágico

Siguiendo el mismo recorrido que el año pasado, la cabalgata concluyó en la Fuente Mágica de Montjuïc, en la avenida de Maria Cristina. El espectacular final reafirmó el compromiso de Barcelona con un evento lleno de tradición, inclusividad e innovación, dejando una huella imborrable en todos los asistentes.