Barcelona exige reducir los alquileres en una masiva manifestación
Un incremento del 45% en los precios durante una década, que aproximadamente el 60% de la oferta sea estacional o que haya 100.000 viviendas vacías. Estas son algunas de las consignas con las que miles de personas han llenado este sábado por la tarde las calles de Barcelona, exigiendo soluciones ante la crisis de vivienda. La protesta busca presionar para que se negocie una rebaja de precios: “O bajan los precios o los bajaremos nosotros”, proclaman los organizadores, quienes aspiran a que esta sea la convocatoria más multitudinaria en defensa de los derechos de los inquilinos.
Un recorrido que atraviesa la ciudad
La manifestación comenzó a las 17:00 horas en la plaza Universitat. Desde allí, los asistentes, divididos en 30 bloques principales, avanzaron por la Gran Via, cruzando las calles Calàbria y Consell de Cent en dirección a la calle Tarragona, para terminar en la plaza de los Països Catalans. En este punto se prevé la lectura de dos manifiestos que detallarán las propuestas necesarias para enfrentar la crisis del alquiler. Según los organizadores, la marcha se extenderá hasta las 21:00 horas.
La pancarta principal fue llevada por los sindicatos de vivienda de toda Cataluña, mientras que el Sindicat de Llogateres realizó una parada simbólica frente a la Casa Orsola, un edificio que consideran «un símbolo de lucha contra la especulación inmobiliaria». Durante el recorrido, una multitud coreaba consignas como «Queremos agua, luz y techo», «Ninguna vecina fuera del barrio» y «Basta de falsas promesas y soluciones a medias».
Les columnes del #23N ja caminen per Catalunya. Avui farem història. pic.twitter.com/F2lYG82wzx
— Sindicat de Llogateres i Llogaters (@SindicatLloguer) November 23, 2024
Un evento histórico para la vivienda
Previo a la marcha, la portavoz del Sindicat de Llogateres, Carme Arcarazo, calificó la protesta como “un punto de inflexión”. «Se acabó que ellos sean más ricos mientras nosotros nos empobrecemos», declaró en una comparecencia ante los medios. Arcarazo aseguró que esta será “la mayor manifestación en la historia de Cataluña sobre vivienda”, exigiendo una reacción inmediata por parte de las autoridades: “No hay excusas: el Partido Socialista gobierna en Barcelona, Cataluña y el Estado”, añadió.
Las exigencias del movimiento
Entre las demandas planteadas por el Sindicat de Llogateres destacan:
- Una reducción del 50% en los precios de los alquileres.
- Contratos indefinidos para los inquilinos.
- Reutilización de viviendas vacías y turísticas.
- Prohibición de la compra especulativa en zonas tensionadas.
El objetivo es no solo estabilizar las rentas, sino lograr una rebaja sustancial en los precios. Junto al Sindicat de Llogateres, otros colectivos también abogan por la desmercantilización de la vivienda, buscando garantizar el acceso como un derecho y no como un negocio.
Posibilidad de huelga de alquileres
En caso de no recibir respuesta, los organizadores han advertido que su próximo paso será una huelga de alquileres. Rememoran huelgas históricas como la de 1931 en Barcelona o casos más recientes en Nueva York y Toronto. Durante la pandemia de 2020, ya se organizó un movimiento similar que logró forzar al gobierno español a implementar una moratoria para inquilinos sociales.
Si la huelga actual se articula con fuerza, podría convertirse en un obstáculo significativo para los desahucios, un ámbito en el que Cataluña lidera el número de casos a nivel estatal.
Una protesta dentro de un contexto nacional
Esta manifestación culmina una serie de protestas que han tenido lugar en los últimos meses tanto en Cataluña como en otras regiones de España. La más destacada hasta ahora fue en Madrid en octubre, con 20.000 asistentes según la delegación del gobierno y 150.000 según los organizadores. Antes, València reunió a aproximadamente 60.000 personas en una marcha similar.