El fraude fiscal del comercio electrónico en el Aeropuerto de Barcelona

El fraude fiscal del comercio electrónico en el Aeropuerto de Barcelona

Cada día llegan al aeropuerto de Barcelona miles y miles de paquetes.

Pero si hace unos años la mayoría eran mercancías de gran tamaño, ahora son los pequeños paquetes procedentes de gigantes como Amazon o Aliexpress los que llenan los almacenes aeroportuarios.

De las cintas irán directamente a las furgonetas que los repartirán. Pero antes, algunos son retenidos en la aduana por un presunto fraude.

Y es que muchos de estos paquetes se han enviado desde Asia, América u otros lugares de fuera de la Unión Europea, declarados por un valor menor a 22 euros, pero en realidad valen mucho más.

Se han declarado así porque los productos que valen menos de 22 euros no pagan IVA ni aranceles.

Un equipo de TV3 ha entrado en las instalaciones del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona El Prat y ha comprobado como miles de paquetes llegan declarados por menos de 22 euros, aunque valen mucho más.

Móviles y productos electrónicos chinos, los más comunes

La Unidad de Análisis de Riesgos (UAR), formada por técnicos de aduana, Hacienda y la Guardia Civil, lo controla, pero cada vez lo tiene más difícil, por boom del comercio electrónico, que se ha triplicado en sólo cuatro años.

Si el año 2015 se facturaban 4.000 millones por el comercio electrónico en España, el año pasado se superó la barrera de los 12.000 millones.

Este fraude en el IVA y aranceles se produce sobre todo en productos electrónicos como móviles, como explica Enrique Salvador, técnico de Hacienda en el aeropuerto del Prat.

«Los productos electrónicos son los más comunes y numerosos para entrar de forma ilegal en el mercado común. Nosotros tenemos bases de datos enormes con multitud de parámetros para detectar los paquetes sospechosos de ser fraudulentos. Algunos de estos parámetros son, sobre todo, el país de procedencia, pero también el importador o la descripción del producto».

Lo hemos comprobado de cerca con la UAR: en una caja hay 8 pantallas de ordenador de la marca LG. El paquete entero, con las ocho pantallas, ha sido declarado por menos de 22 euros.

En realidad, se ha comprado en Aliexpress, donde cada una vale más de 60 euros, casi unos 500 euros que no han pagado ni IVA ni aranceles.

Y más allá del fraude económico, hay otros riesgos, como nos explica un agente de la Guardia Civil integrante de la UAR.

«Es importantísimo revisar bien el contenido de los productos de menos de 22 euros porque pueden contener drogas, armas ilegales o sencillamente productos que no tienen permiso para entrar aquí, como fármacos».

Productos parados en la aduana, pagadores aquí

Un ejemplo de fármaco es el de una caja que viene de Hong Kong. Dentro lleva un tratamiento facial para reducir la grasa.

Un tratamiento muy caro -vale más de 150 euros-, pero que un vendedor a través de Alibaba puede ofrecer a un precio más atractivo que no incluye ni el IVA ni los aranceles.

En los casos como este, que se detectan, Hacienda reclamará el pago de los impuestos al comprador, por carta.

José Manuel Nuño, administrador de la aduana del aeropuerto de Barcelona, explica el procedimiento:

«Una vez detectamos un producto declarado por menos de 22 euros que es potencialmente fraudulento, nos ponemos en contacto con quien lo ha comprado y le reclamamos la documentación, es decir, la factura. Si comprobamos que, efectivamente, vale más, se deben pagar el IVA y los aranceles, pero lo tendrá que pagar, paradójicamente, quien lo ha comprado desde aquí».

Aunque el comprador lo hiciera todo correctamente y pagara el dinero que le pedían por el producto cuando lo compró, si el producto es detectado en la aduana, es el comprador quien deberá pagar los aranceles y el IVA correspondiente.

Después de hacer el pago, deberá notificarlo a Correos con el recibo de la Agencia Tributaria para que desbloqueen su paquete.