Barcelona impulsa un nuevo llamamiento para financiar proyectos para Sudán y países vecinos
El Ayuntamiento de Barcelona, a través de la Dirección de Derechos Humanos, Justicia Global y Cooperación, ha lanzado un nuevo Llamamiento de Ayuda Humanitaria dotado con 300.000 euros. Esta iniciativa, financiada a través del 0,7% del compromiso internacional de la ciudad, busca apoyar proyectos de asistencia humanitaria en Sudán y en los países fronterizos como Sudán del Sur y Chad.
Según ha destacado el alcalde Jaume Collboni, la región se enfrenta a una catástrofe humanitaria de proporciones devastadoras, ampliamente silenciada, que afecta de manera profunda a la estabilidad de África Oriental y la seguridad global. Ante esta situación, el consistorio ha decidido reforzar su compromiso político y financiero para subvencionar proyectos de acción humanitaria.
Una crisis humanitaria que no puede esperar
En coincidencia con el segundo aniversario del inicio del conflicto en Sudán —tras la explosión de violencia entre facciones en abril de 2023—, la situación se ha vuelto crítica. La gravedad de la crisis fue subrayada recientemente en una reunión ministerial celebrada en Londres, destinada a captar la atención internacional sobre un conflicto que sigue alarmantemente fuera del foco mediático.
Periodo de presentación de proyectos y requisitos
Frente a la grave violación de derechos humanos que sufren los civiles sudaneses, Barcelona reitera su implicación con un llamamiento humanitario dirigido exclusivamente a entidades acreditadas por su experiencia en acción humanitaria y emergencias.
El plazo de presentación para los proyectos estará abierto del 5 al 9 de mayo. Se valorará especialmente la experiencia previa de las entidades en el país o la región afectada.
Cada proyecto podrá recibir una financiación de hasta 100.000 euros, siempre que la subvención no supere el 80% del coste total, y deberá iniciarse en 2025 con una duración máxima de 12 meses.
Población destinataria y sectores de intervención
Los programas estarán dirigidos a la población afectada por la crisis, prestando especial atención a los grupos más vulnerables, como niños, jóvenes, personas mayores, colectivos racializados, personas con discapacidad y comunidades LGTBI+.
Los sectores de intervención incluyen:
Atención médica y psicosocial
Salud y nutrición
Acceso a agua potable, saneamiento e higiene (WASH)
Provisión de refugio (shelter)
Suministro de materiales no alimentarios
Protección infantil y de víctimas de violencia de género
Educación y rehabilitación de escuelas y viviendas
Una emergencia que desplaza a millones
A dos años del estallido del conflicto, Sudán vive una de las peores crisis humanitarias del planeta. Datos de ACNUR indican que 12,7 millones de personas se han visto forzadas a abandonar sus hogares, de las cuales 8,6 millones son desplazadas internas y 3,8 millones han buscado refugio en países como Egipto, Etiopía y la República Centroafricana.
El país enfrenta una combinación devastadora de inseguridad alimentaria aguda, violencia intercomunitaria, conflictos regionales, desnutrición severa, efectos del cambio climático y brotes epidémicos.
Violencia extrema contra la población civil
Desde el estallido de los enfrentamientos en Jartum entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), el país ha sufrido un colapso económico, social e institucional.
Más de 8,5 millones de personas han sido desplazadas dentro del país, mientras unos 3 millones han buscado refugio en países vecinos como Chad, Sudán del Sur, Uganda y Etiopía.
La población civil, particularmente mujeres, niños y minorías étnicas como los masalitos en Darfur, han sido víctimas de masacres, violaciones sistemáticas, saqueos y privaciones extremas. El acceso a alimentos, agua potable y atención médica es cada vez más limitado, mientras que el personal humanitario opera en condiciones de máxima inseguridad.
Actualmente, según Naciones Unidas, 25 millones de personas necesitan asistencia urgente para sobrevivir en Sudán.