Ayuntamiento y Port de Barcelona negocian poner tope a los cruceros que hacen escala
El Ayuntamiento negocia con el Port de Barcelona poner tope al número de cruceristas que llegan a la ciudad. Así lo ha anunciado el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, esta mañana.
Collboni ha apuntado que no es sostenible el incremento exponencial de cruceristas, que ha cifrado en un 8% anual. «Estamos llegando al límite asumible porque, aunque debemos defender la industria turística, la masificación trae repercusiones negativas», asegura. En este último año se ha batido el récord, con 3,5 millones de viajeros.
Por eso ha anunciado la voluntad de llegar a un acuerdo «con diálogo, con calma» con el Puerto que evite el riesgo de morir de éxito. No hay ninguna fecha prevista para alcanzar el pacto, pero ha señalado la importancia de actualizar el acuerdo con el Puerto de 2018 -firmado en la época de Ada Colau- porque en este convenio se decidía agrupar las terminales de cruceros para alejarlas de la ciudad, pero no marcó ningún tope. Desde entonces, señala, el número de cruceristas que desembarcan en la ciudad ha crecido en un millón.
Reducir los cruceros que hacen escala
La vía para conseguir controlar ese número, según el alcalde Collboni, es reducir a los que hacen escala en Barcelona, a favor de lo que hacen base. «Los que hacen base se están más tiempo en la ciudad y hacen un mejor uso que los que sólo están unas horas», ha indicado. «Queremos un acuerdo que apueste por más calidad y no más cantidad», ha añadido la teniente de alcaldía de Urbanismo, Laia Bonet, quien en marzo ya había avanzado la necesidad de actuar y limitar los cruceros.
Collboni tampoco ha descartado suprimir, en su caso, alguna de las terminales de cruceros. Todo ello va en el mismo sentido, afirma, de las decisiones y limitaciones que ya han tomado otros puertos importantes como el de Ámsterdam o el de Venecia.
Ha valorado, además, el esfuerzo del Puerto de Barcelona de diversificar su actividad económica, con proyectos como, por ejemplo, el Bluetech, el polo que se instalará en el muelle de Sant Bertran con empresas emergentes especializadas en el economía azul, la portuaria y marítima.