Barcelona planea transformar el tramo abierto de la Ronda del Mig en un paseo urbano
La Ronda del Mig, concebida hace más de medio siglo, sigue mostrando más de 800 metros de calzada a cielo abierto que atraviesan Les Corts y parte de la Diagonal. Mientras que en otros tramos se ha enterrado la vía, el tramo descubierto que conecta con la plaza Prat de la Riba permanece sin cubrir. Ahora, el Ayuntamiento de Barcelona propone convertir este espacio en un bulevar más humano y accesible para peatones, sin recurrir al cubrimiento total por dificultades técnicas.
Un proyecto que busca integrar la vía en la ciudad
La arquitecta jefe del consistorio, Maria Buhigas, explica que la intención es integrar la Ronda del Mig en la trama urbana, reducir los impactos de tráfico y generar un espacio más amable:
“Cuando sobre la vía pones semáforos, reduces sección, amplías aceras y pones árboles, ya no es la Ronda del Mig: eso es una calle, es un paseo y vamos a una solución de ese tipo”.
Por su parte, el concejal de Les Corts, David Escudé, subraya que se pretende socializar y dignificar la vía, transformándola en un nuevo paseo de la ciudad que mejore la calidad ambiental y la convivencia.
Razones para descartar el cubrimiento completo
El Ayuntamiento aduce condicionantes físicos y técnicos para no cubrir el tramo:
- Necesidad de salidas de emergencia en un túnel continuo de más de tres kilómetros.
- Paso de la línea L3 del metro, que complica la ejecución.
- Costes elevados y dificultades para gestionar contaminación y CO₂, que no se eliminarían con una cubierta.
“Existen dificultades de fuerza mayor y un coste que no es baladí”, apunta Buhigas.
Prioridades del proyecto: peatones, conectividad y sostenibilidad
El consistorio pretende recuperar espacio público, reducir el impacto del tráfico y aumentar la conectividad entre barrios. Buhigas asegura que se evaluarán diversas opciones: puentes, coberturas parciales, pasos de cebra o ralentización del tráfico, para lograr un espacio más seguro y verde.
“Queremos incrementar la conectividad, domesticar las externalidades del tráfico y ganar espacio público para el peatón sin necesidad de un cubrimiento total”, concluye la arquitecta.
El trabajo técnico de los próximos meses estudiará todos los escenarios posibles. Aún no hay planos ni fechas definidas, pero el objetivo es diseñar un tramo de la Ronda del Mig sostenible, seguro y más humano, que transforme la histórica vía urbana en un paseo integrado en la ciudad.