Barcelona registra 2.700 irregularidades en supermercados 24 horas inspeccionados en dos años
Los supermercados 24 horas se han multiplicado en Barcelona, con 657 aperturas en los últimos cinco años y medio, alterando el paisaje urbano y desafiando la normativa. Según datos presentados por la teniente de alcalde Laia Bonet en la Comisión de Urbanismo y Movilidad, en los últimos dos años se inspeccionaron 209 de estos establecimientos, detectando cerca de 2.700 deficiencias.
La lista de irregularidades es extensa: incumplimiento de la actividad permitida, alteraciones del paisaje urbano, problemas de salud pública, irregularidades laborales, gestión inadecuada de residuos e incumplimientos fiscales.
Doble estrategia del Ayuntamiento
Bonet explicó que el consistorio aplica una doble vía de control:
Inspecciones directas de los comercios.
Planes de uso del suelo, que limitan qué actividades pueden desarrollarse en determinados barrios, como Ciutat Vella, Sant Antoni o la calle de Girona, con el objetivo de proteger la identidad comercial de la ciudad.
“Queremos una Barcelona que no pierda su identidad en cuanto al comercio”, subrayó Bonet.
Datos concretos de las irregularidades
De las 2.700 incidencias:
- 1.400 corresponden a actividad económica no autorizada
- 669 afectan al paisaje urbano
- 243 implican riesgos para la salud pública
- 157 gestionaban mal los residuos
- 113 registraron problemas con Hacienda
- 118 presentaron irregularidades laborales.
De estas inspecciones, se abrieron 539 expedientes y 677 procedimientos, de los cuales:
- 233 terminaron en sanciones
- 358 fueron órdenes de restitución para corregir irregularidades antes de sancionar
- Solo 86 establecimientos no presentaron anomalías
Cabe destacar que en 71 casos la intervención se produjo tras quejas vecinales, mientras que en más de 600 casos, el consistorio actuó de oficio.
Crítica y dudas sobre la eficacia
El concejal de Junts, Arnau Vives, valoró los datos aportados pero criticó la falta de información sobre cuántos negocios fueron obligados a cerrar tras detectarse irregularidades graves. Esto deja en evidencia la ineficacia de la regulación y la supervisión, pues muchos comercios continúan operando pese a infringir la normativa.
