Un motorista resulta herido tras ser arrollado por un VTC en el Carrer de Sants
Un vehículo de transporte con conductor (VTC) ha arrollado a un motorista la madrugada de este martes en el Carrer de Sants, a la altura del número 38, justo frente al establecimiento de comida rápida KFC. El siniestro ha tenido lugar en torno a las 2:30 de la madrugada, según han confirmado fuentes policiales.
Por causas que todavía se desconocen, el conductor del VTC —cuya plataforma de servicio no ha trascendido por el momento— ha impactado con un motorista que circulaba en sentido centro. El herido ha sido atendido por los Servicios de Emergencias Médicas (SEM) y trasladado a un centro hospitalario de Barcelona. Su estado no ha sido comunicado oficialmente.
La Guàrdia Urbana de Barcelona ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del accidente, y no se descarta ninguna hipótesis, incluyendo un posible exceso de velocidad o una distracción al volante.
Contexto: la siniestralidad de los VTC en Barcelona
El accidente reaviva el debate sobre la siniestralidad creciente de los vehículos VTC en Barcelona, especialmente los asociados a plataformas como Uber, Cabify y Bolt. Según datos recientes del consistorio y de asociaciones del taxi, los VTC registran una tasa de incidentes superior a la del resto de vehículos profesionales, tanto por el volumen de kilómetros recorridos como por el uso intensivo en franjas nocturnas.
En los últimos años, los servicios VTC se han visto implicados en varios accidentes urbanos, algunos de ellos graves, lo que ha provocado que el Ayuntamiento intensifique los controles sobre estos vehículos, en especial en las zonas de ocio y en los principales ejes de movilidad de la ciudad.
Reacciones y medidas pendientes
Vecinos de la zona han señalado que el Carrer de Sants es un punto habitual de maniobras bruscas y paradas indebidas debido a la concentración de comercios y locales nocturnos.
Mientras tanto, colectivos del taxi han vuelto a reclamar una mayor regulación y control del sector VTC, alegando que muchos de estos conductores carecen del conocimiento urbano necesario y operan bajo una presión laboral elevada, lo que podría contribuir al aumento de los siniestros.
La investigación de la Guàrdia Urbana continúa abierta para determinar las causas exactas del atropello y posibles responsabilidades penales o administrativas.





























