La influencia de Trump llega a Barcelona
Las políticas impulsadas por el ultraderechista Donald Trump han alcanzado Barcelona, afectando directamente a la Biblioteca Ignasi Iglésias – Can Fabra, ubicada en el barrio de Sant Andreu. Este espacio alberga desde 2016 el programa American Space Barcelona, una iniciativa creada para fomentar el intercambio cultural, el aprendizaje y el diálogo entre Barcelona y Estados Unidos.
El proyecto ha sido un punto de encuentro para jóvenes, estudiantes y ciudadanos interesados en la cultura estadounidense, ofreciendo talleres, conferencias y actividades en colaboración con instituciones locales. Sin embargo, ahora su futuro está en riesgo debido a las recientes restricciones impuestas por el gobierno estadounidense.
Washington amenaza con retirar la financiación
El Ayuntamiento de Barcelona recibió la semana pasada una notificación oficial de la embajada de Estados Unidos en Madrid, en la que se advertía que ninguno de los fondos federales estadounidenses puede destinarse a programas que promuevan la diversidad, la equidad o la inclusión.
Esta decisión se enmarca dentro de la orden ejecutiva 14173, titulada «Ending Illegal Discrimination and Restoring Merit-Based Opportunity», una ley federal que busca restringir las iniciativas enfocadas en diversidad e igualdad. La normativa, impulsada por Trump, pretende revertir políticas de acción afirmativa y otras medidas que, según sus defensores, crean ventajas «injustas» en el ámbito educativo y laboral.
Según la comunicación enviada por la embajada, este cambio afecta a todas las instituciones con convenios de colaboración con el gobierno estadounidense. En el caso de American Space Barcelona, esto podría significar la pérdida de una parte importante de su financiación, poniendo en peligro la continuidad del proyecto.
Un golpe a los programas de inclusión
La orden ejecutiva refuerza el enfoque ultraconservador que Trump ha promovido en su discurso político, alineándose con medidas similares tomadas en universidades y empresas estadounidenses, donde se han eliminado o reducido programas de diversidad.
En Barcelona, esta política podría impactar negativamente en actividades destinadas a promover la igualdad de oportunidades y el acceso a la educación para colectivos vulnerables. Programas similares en otras partes del mundo también están siendo revisados, lo que sugiere una estrategia más amplia para reducir el apoyo financiero a iniciativas inclusivas.
Por ahora, el Ayuntamiento de Barcelona y los responsables del programa están buscando alternativas para mantener el proyecto en marcha, explorando nuevas fuentes de financiación y colaboración con otras entidades.
