El presidente de la asociación Paseo de Gràcia, Luis Sans, ataca a los taxistas
Luis Sans Merce es presidente de la Asociación Paseo de Gràcia, además de Patrono en el Real Club de Polo de Barcelona. Después de varias generaciones del negocio Santa Eulalia, es el administrador único de la mercantil Santa Eulalia, S.A. El establecimiento comercial que dirige se encuentra en el Paseo de Gràcia, 93 y es la tienda de moda Santa Eulalia.
Sans es conocido por sus artículos en columnas de opinión en varios diarios, así como en blogs, tanto de su negocio como en de la asociación que preside, siempre crítico a las actuaciones municipales.
El presidente de la Asociación Paseo de Gràcia, esta vez ha dado con un hueso difícil de roer, ya que ha atacado directamente al sector del taxi y a sus reivindicaciones. Los taxistas de Barcelona llevan años soportando la injerencia ilegal en el sector del transporte por parte de los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) a través de plataformas disruptivas, como son Uber y Cabify, y más recientemente Bolt.
El sector del taxi consiguió que se aprobase en el Parlament de Catalunya un proyecto de ley consensuado por todos los partidos políticos (excepto el PP, Cs y la ultraderecha), para poner fin a la competencia desleal que ejercen las plataformas de transporte en la ciudad de Barcelona.
Y es que Sans, en su artículo en El Periódico, califica a los taxistas como secuestradores de Barcelona, y va más allá, diciendo que no saben enfrentarse a los retos pendientes. Pero lo que si ha hecho saltar las chispas ha sido recriminarles que «lo más inmediato es que tienen que aprender a convivir con los VTC».
Estos comentarios han hecho que los taxistas estallasen contra Luis Sans en las redes sociales, incluso se ha visto un Tuit donde se decía «A ver si se ponen los manteros frente a la tienda de Santa Eulalia en Paseo de Gràcia, para que Sans pueda convivir con la competencia desleal». Otros usuarios de la red social acusan a Sans de tener intereses, el o sus familiares, con los VTC.
El artículo del presidente de la asociación Paseo de Gràcia parece que no ha sido muy acertado con esta crítica, aunque no solamente ataca a los taxistas acusándolos de que dictan sus leyes y reglamentos mediante huelgas, si no que acusa incluso al Departament de Territori y al Área Metropolitana de Barcelona de ceder a coacciones, nombrando explícitamente a la alcaldesa Ada Colau.
Hay más. «Ada Colau se pliega a las desorbitadas exigencias de los taxistas dando la espalda a los ciudadanos». «Los taxistas defienden sus privilegios con el mercadeo alegal de licencias que se les concedieron por una tasa irrisoria y ahora superan los 120.000 euros».
Cabe destacar que las autorizaciones de VTC han costado 39 euros y las licencias de taxi han ido oscilando con un precio de entre 110.000 y 150.000.
Los taxistas han sido claros, concisos y concretos: «Barcelona no va a ser secuestrada por los piratas y especuladores de Uber, Cabify y Bolt».
