Vecinos de Nou Barris claman por más médicos en el CAP de Ciutat Meridiana
Unas 300 personas se concentraron este miércoles por la tarde frente al Centro de Atención Primaria (CAP) de Ciutat Meridiana para denunciar la escasez de personal sanitario en la zona. La protesta, organizada por asociaciones vecinales de Ciutat Meridiana, Torre Baró, Zona Nord y Can Cuiàs, exigía revertir los recortes y garantizar una atención médica adecuada.
Según los organizadores, cinco médicos han dejado el ambulatorio en los últimos tiempos, sin que sus plazas hayan sido cubiertas. A ello se suman bajas temporales y próximas jubilaciones. «Hace más de un año que estamos así, y va a peor», advirtió Fili Bravo, presidente de la Asociación de Vecinos de Ciutat Meridiana.
Listas de espera interminables y atención despersonalizada
Los asistentes denunciaron esperas de hasta 27 días para una cita con el médico de cabecera, y más de un año para especialistas. “A veces ves a un médico distinto cada vez que vienes”, lamentó Sandra, otra vecina. Esta falta de continuidad provoca situaciones delicadas, como la que relató Gemma Franquet, quien tuvo que explicar repetidamente el historial médico de sus padres ancianos a distintos facultativos: “Me siento desvalida”.
En el caso de Jordi, su esposa lleva dos meses esperando los resultados de unas pruebas. Y Fina, tras la jubilación de su doctora, fue atendida por una enfermera. “Para el médico de cabecera puedes tardar un mes”, apuntó.
Brecha socioeconómica y sanitaria
Los barrios afectados se encuentran entre los de menor renta de toda Barcelona. En Ciutat Meridiana, el ingreso anual medio por hogar fue de 11.788 euros en 2022. En Torre Baró, 12.862 euros, y en Vallbona, 13.419 euros, cifras muy por debajo de la media barcelonesa de 22.994 euros.
Los vecinos reclaman que el modelo de asignación de personal priorice criterios socioeconómicos, no solo el número de habitantes. También demandan más material, mejores condiciones para el personal y un cambio estructural para hacer atractivas las plazas en estos ambulatorios.
Reivindicaciones y respuestas institucionales
La protesta también exigió la puesta en marcha de una base de ambulancias en la calle Escolapi Càncer, aún pendiente. Asimismo, se criticó la falta de compromiso político y se pidió el cumplimiento de los estándares europeos de asistencia sanitaria.
El Institut Català de la Salut (ICS) respondió que trabaja en cubrir las vacantes mediante contratos de interinidad y con refuerzos puntuales de personal de otros centros. También se ha asignado personal extra de enfermería y atención domiciliaria, aunque los vecinos consideran que las medidas son insuficientes.
Valeria Ortiz, presidenta de la Asociación de Vecinos de Torre Baró, señaló que «nadie quiere quedarse a trabajar aquí» y pidió cambios en el sistema de captación de profesionales. De no mediar solución, advirtió que las movilizaciones continuarán en septiembre.
Testimonios de la saturación
Toni Ruiz relató que le dieron cita para el 4 de noviembre por un dolor muscular. Tuvo que acudir a urgencias, como su hija, a quien daban cita pediátrica “para dentro de tres o cuatro meses”. Otros vecinos, como Isabel Cano, reconocen que los médicos están sobrecargados: «No pueden dedicar los minutos que necesitamos».



































