Londres, París, Milán y Roma, en defensa de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE)

Londres, París, Milán y Roma, en defensa de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE)



Las ciudades lideradas por Sadiq Khan (Londres), Anne Hidalgo (París), Giuseppe Sala (Milán) y Roberto Gualtieri (Roma), han promovido una Carta Abierta de apoyo a la implementación y despliegue de la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona.

Los firmantes consideran que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que anula la ZBE en Barcelona va en contra de las directivas de la UE y de la OMS, del consenso científico, y sobre todo del sentido común internacional, que entiende la importancia de proteger la salud pública.

A través de sus respectivos tenientes de alcaldía, las cuatro ciudades han defendido en un manifiesto que la protección de la salud no es una opción, sino una obligación, y recordaron que más de 300 ciudades europeas ya han puesto en marcha zonas de bajas emisiones, siguiendo las directrices europeas y como medida necesaria para luchar contra la contaminación.

«En una situación de emergencia climática, la salud pública, el derecho a respirar un aire limpio y el derecho a la movilidad sostenible tienen que estar en el centro de todas las políticas urbanas de la ciudad del siglo XXI. Garantizar estos derechos es fundamental para asegurar la equidad en el proceso de transición ecológica.

Las ciudades estamos liderando la lucha contra el cambio climático y la creación de Zonas de Bajas Emisiones es una de las herramientas más útiles que tenemos para reducir los altos niveles de contaminación. Cada año en Europa mueren 800.000 personas prematuramente a causa de la contaminación urbana. Londres, París, Bruselas, Milán, Roma o Berlín: alrededor de 300 ciudades europeas han creado ya una Zona de Bajas Emisiones, porque la evidencia científica demuestra que es una medida que salva vidas.

Según la Directiva Europea sobre Calidad del Aire, la implementación de políticas que protejan la salud es una obligación, no una opción. Por eso, los países que no están siguiendo estas directrices, están recibiendo múltiples sanciones. Priorizar el derecho a la salud es el nuevo sentido común que comparten las grandes ciudades europeas y la comunidad científica.

Por este motivo, frente a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que anula la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona, las ciudades queremos mostrar que estamos unidas y convencidas de que es necesario y urgente implementar políticas contra la contaminación.

Se trata de una resolución que va en contra de las directivas de la Unión Europea y de la OMS, del consenso científico y, sobre todo, del sentido común internacional que entiende la importancia de proteger la salud pública. Enmedio de una emergencia climática y sanitaria, los jueces no pueden obligar a los gobiernos a retroceder.

El aire que respiramos y nuestra salud están en juego. Como representantes de las ciudades europeas, tenemos la responsabilidad de proteger la salud pública y garantizar el derecho a respirar un aire limpio».

Londres, París, Milán y Roma, en defensa de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE)