Siete años y medio de prisión para el hombre que causó la muerte de una agente de los Mossos en un accidente en Abrera
El hombre acusado de causar la muerte de Loli, agente de los Mossos d’Esquadra, en un accidente de tráfico en Abrera (Baix Llobregat), ha aceptado una condena de siete años y medio de prisión. Conducía bajo los efectos del alcohol y las drogas, y tenía retirado el permiso de conducir. El acuerdo entre las partes evitó la celebración del juicio con jurado popular previsto en la Audiencia de Barcelona.
Los hechos: un conductor drogado, a gran velocidad y reincidente
La tragedia ocurrió la noche del 3 de junio de 2021, cuando el acusado, Francisco Javier C.G., circulaba a gran velocidad por el kilómetro 6 de la carretera BV-1201 e invadió el carril contrario, chocando frontalmente contra el vehículo conducido por Loli, quien regresaba a casa tras su jornada laboral. Tras el impacto, el hombre abandonó su vehículo y huyó a pie, dejando gravemente heridos tanto a Loli como a su propio acompañante. Horas después, Loli falleció debido a las lesiones.
El acusado fue localizado cinco horas más tarde, escondido entre la vegetación, y fue detenido por agentes del ARRO, compañeros de la víctima. Incluso seis horas después del accidente, presentaba positivos en opiáceos, cannabis, cocaína y alcohol. Cabe destacar que Francisco Javier ya tenía antecedentes por conducir bajo los efectos del alcohol, con condenas en 2014 y 2019, y en 2021 se le había retirado el permiso de conducir.
La sentencia: una condena pactada
En el acuerdo alcanzado, el acusado aceptó una condena de:
- Siete años y medio de prisión por los delitos de:
- Homicidio por imprudencia grave.
- Lesiones imprudentes.
- Dos delitos contra la seguridad vial (conducir ebrio y con el permiso retirado).
- Omisión del deber de socorro y abandono del lugar del accidente.
- Prohibición de conducir vehículos y ciclomotores durante 10 años, además de la pérdida de vigencia de su permiso de conducir.
El tribunal aplicó el agravante de reincidencia por los delitos contra la seguridad vial y el atenuante de embriaguez en los de omisión de socorro y abandono del lugar de los hechos.
Loli: una víctima de un acto de irresponsabilidad
Loli, agente del ARRO de los Mossos d’Esquadra, tenía 43 años y una prometedora carrera en el cuerpo policial. Su muerte pone de relieve las graves consecuencias de la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas, y la necesidad de endurecer las medidas contra los reincidentes.
El caso, que conmocionó a la comunidad de Abrera y al cuerpo de los Mossos d’Esquadra, sirve como recordatorio de la importancia de la responsabilidad al volante.
