Desmontan 4 naves dedicadas al cultivo de marihuana

Desarticulada una organización dedicada al cultivo de marihuana en cuatro naves en la demarcación de Barcelona

Los Mossos d’Esquadra detuvieron el 21 de mayo a 10 personas integrantes de una organización criminal, en Cervelló, Sant Climent de Llobregat, Vilanova i la Geltrú y Castellar del Vallès, a los que se les atribuyen delitos contra la salud pública en la modalidad de tráfico de drogas y organización criminal. Dos días después, se detuvieron a otros dos hombres en relación a estos hechos en La Pineda.

Se llevaron a cabo cuatro entradas en las naves investigadas donde los arrestados cultivaban la marihuana, así como de los domicilios de los principales investigados. Como resultado, se detuvieron a 10 hombres, de entre 21 y 48 años, como presuntos autores de delitos contra la salud pública y pertenencia a organización criminal, la intervención de cuatro plantaciones de marihuana, con un total de 1.471 plantas, y la de unos 6.835 euros.

Las detenciones son el resultado de una investigación abierta desde principios de enero después de que los investigadores tuvieron conocimiento de una posible plantación de marihuana ubicada en una nave industrial de Castellar de Vallès. Tras diferentes gestiones de investigación llevadas a cabo, los investigadores determinaron que detrás de esta nave existía un grupo criminal con una actividad estructurada y sostenida en el tiempo dedicado al cultivo de marihuana a escala industrial, que también gestionaba otras plantaciones interiores ubicadas en las localidades de Vilanova i la Geltrú, Sant Climent de Llobregat y Cervelló.

Además, pudo identificarse en la cúpula de la organización, desde las personas que coordinaban las diferentes naves y otras viviendas destinadas al cultivo masivo, y gestionaban también la financiación para el alquiler de vehículos o inmuebles. Los investigados tomaban medidas de seguridad para eludir la acción investigadora. En este sentido, las naves de Castellar del Vallès y Vilanova i la Geltrú, fueron alquiladas a nombres de terceras personas, posiblemente con la figura conocida como «testaferros».

En otro rol, los investigadores detectaron que personas encargadas del mantenimiento y vigilancia de las plantaciones minimizaban al máximo las salidas a la calle por no ser detectadas por vecinos, ni por la policía.