¿Cómo será la futura distribución de paquetería urbana en Barcelona?

El Ayuntamiento de Barcelona trabaja para ordenar, mejorar y hacer más eficiente la distribución de paquetería

En el marco de la Estrategia municipal de la distribución urbana de mercancías 2030, este último año, entre junio y octubre, el Gobierno municipal ha llevado a cabo un proceso de participación con las principales asociaciones económicas, empresariales y sindicales de Barcelona y con un total de 62 entidades implicadas para determinar cuáles son las principales acciones que deben llevarse a cabo en este ámbito de la movilidad.

Los principios básicos que han regido este proceso han partido de la voluntad de impulsar el comercio local y mejorar su competitividad, incrementando la eficiencia del reparto y contribuyendo a la reducción de la precariedad laboral.

Carga y descarga y horario nocturno

Una de las máximas prioridades de este plan es el crecimiento de la capacidad de carga y descarga en la ciudad. Uno de los ejes prioritarios del transporte que existe en la ciudad. Por eso el acuerdo se ha planteado «incrementar un 20% la oferta de horas de carga y descarga» en los próximos siete años.

Sin embargo, esto no significa que ahora se verán muchas más plazas en la calle reservadas a esta actividad. Desde el consistorio se prevé una expansión de esa disponibilidad de la carga y descarga ajustada a cada zona.

Así, puede que en un punto de la ciudad se amplíen los espacios en calzada para parar y entregar mercancías, si no hay conflictos de espacio con el vecindario, mucha menos superficie disponible en la vía pública deban buscarse alternativas. En estos contextos, la noche y los párkings serán claves.

Vehículos de cero emisiones

El Ayuntamiento también prevé ayudar a la empresa privada «para la fabricación de un vehículo de cero emisiones preparado para realizar distribución urbana de mercancías». Entre otras medidas, todavía en el ámbito tecnológico, se encuentra la expansión de la app SPRO, que utilizan los repartidores de mercancías, en el 75% de los municipios metropolitanos.

En la paquetería, también se quiere llegar a que un tercio de las entregas que se hagan a la ciudad no vayan del proveedor directamente al consumidor, sino que pasen por utilizar en medio las instalaciones de los Centros de Distribución Urbana de Mercancías (CDUM’s) y el reparto sostenible posterior.

En el mismo sentido, para incrementar el reparto de mercancías lejos del impacto vecinal, ya se prepara más presión policial de «control en la indisciplina» de los repartidores o empresas que los contratan. Igualmente, se pretende alcanzar la cifra de «cero muertos, cero heridos graves» en la distribución urbana.