Barcelona pide la liberación mundial de las patentes de las vacunas contra la Covid-19
Profesionales del ámbito científico y sanitario, agencias públicas, organizaciones internacionales de la salud global y ONGs han ratificado este martes su apoyo a la Declaración de Barcelona para la liberación temporal de las patentes que pesan sobre las vacunas contra la Covid-19 mientras dure la actual situación de emergencia humanitaria.
La declaración ha sido firmada de entrada por MSF, Médicos del Mundo, Oxfam Intermón, Amnistía Internacional y Médicos del Mundo, además del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y la Agencia de Salud Pública de Barcelona.
A nivel individual también se han sumado la jefa de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Vall d’Hebron, Magda Campins y el director de Análisis y Desarrollo Global del ISGlobal, Rafael Vilasanjuan.
Entidades y personas expertas han presentado a la alcaldesa Ada Colau la Declaración de Barcelona para la liberación de patentes, un documento abierto a recibir el mayor número posible de adhesiones.
La alcaldesa, por su parte, se ha comprometido a promover el apoyo de más ciudades a través de las diferentes redes de gobiernos locales, regionales e internacionales a las que tiene acceso.
En el texto, las personas y entidades firmantes recuerdan que la pandemia de la Covid-19 ha causado cerca de 3 millones de muertes según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que la enfermedad está aumentando la pobreza y las desigualdades a nivel mundial.
El escrito subraya igualmente que la creación de vacunas «con altísima eficacia» en pocos meses ha supuesto una «hazaña científica sin precedentes» y quizás la única esperanza para superar la enfermedad, pero recuerda igualmente que este proceso ha contado con una inversión pública global estimada en alrededor de 25.000 millones de euros.
Ante un ritmo de producción y llegada de las vacunas «insatisfactorio», la Declaración de Barcelona pide sobre todo a las autoridades estatales y europeas que se activen los mecanismos excepcionales contemplados en la legislación internacional para que las industrias farmacéuticas liberen temporalmente las patentes para acelerar al máximo la capacidad global de producción, y que esto se haga de forma transparente.
La petición es una «cuestión de ética médica y de salud global».
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