9.000 desalojados por botellones en Barcelona
Una semana después de la caída del toque de queda, se siguen repitiendo las fiestas espontáneas en muchas plazas y espacios públicos. También se ha notado una subida de turistas franceses.
Los Mossos y la Guardia Urbana y Mossos han seguido con los operativos conjuntos durante esta noche del sábado para intentar que se mantengan las normas anti Covid.
Según ha informado la policía, han desalojado a 9.055 personas.
A las once de la noche, al cerrar los bares, la gente ha comenzado a congregarse en las calles para beber, incumpliendo las medidas de seguridad.
La Playa de Sant Miquel en la Barceloneta y el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, han sido los puntos con más afluencia.
A las once y media, la policía ha desalojado a 500 personas del paseo del Born, una de las zonas de aglomeraciones habituales las últimas semanas. La actuación se ha llevado a cabo sin incidentes. Después, el dispositivo policial ha pedido a los cientos de concentrados en el paseo de Lluís Companys que abandonaran el lugar.
En la Barceloneta, 2.000 personas han sido desalojadas de la playa y han cerrado tres locales que incumplían el horario marcado por las restricciones.
El intendente mayor de la Guardia Urbana de Barcelona, Ricardo Salas, explica que el objetivo de los desalojos es dispersar a la gente que hay concentrada y bebiendo en la vía pública. La policía local espera que estas aglomeraciones nocturnas «vayan disminuyendo con el tiempo».
Sin el paraguas del estado de alarma y el toque de queda, el dispositivo policial lo tiene más complicado para hacer marcharse a la gente. Una vía que utilizan las autoridades es movilizar la brigada de la limpieza, con escobas y agua para limpiar el suelo y apartar a la gente. Pero dura poco. Al cabo de 20 minutos vuelven las aglomeraciones.
9.000 desalojados por botellones en Barcelona
