Se desbloquea la MPGM en Sants-Montjuïc: menos viviendas afectadas y más espacios verdes
La nueva Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM) abarca dos grandes subámbitos: los entornos de los Jardines de la Rambla de Sants y la Rambla de Badal, sumando más de 86.850 m². La actualización del planeamiento incluye importantes cambios para viviendas, comercios y espacios públicos, buscando preservar la identidad histórica del barrio.
Cambios en la Rambla de Badal
Se desafectan 602 viviendas, respondiendo a peticiones de vecinos y comerciantes.
La finca Rambla Badal 121, de propiedad municipal, se convertirá en vivienda protegida.
La finca Rambla Badal 188 permanecerá afectada por criterios urbanísticos, pero sin derribo ni realojo de sus ocho vecinos.
Criterios para desafectación: homogeneidad de frentes, integración en el espacio público y ausencia de medianeras que generen espacios muertos o inseguros.
Esta medida mantiene los comercios existentes, que podrán seguir operando en la calle Cáceres.
Reordenación de los Jardines de la Rambla de Sants
La intervención en este subámbito de 24.064 m² busca desbloquear un planeamiento pendiente desde hace más de 20 años:
Se reducen las viviendas afectadas de 85 a 12, preservando la altura y tipología de las construcciones tradicionales (PB+1 y PB+2).
La zona de Can Vies y el edificio de la estación transformadora de TMB se califican como equipamientos públicos, con un total de 5.000 m² de suelo destinados a este fin.
Se proyecta nueva vivienda pública en las calles Burgos y Riera de Tena.
Se consolida una amplia zona verde alrededor del edificio de TMB.
Estas medidas buscan mantener la identidad histórica del barrio y evitar la densificación desmedida.
Participación vecinal en la MPGM
El proceso de redacción de la MPGM incluyó sesiones participativas, reuniones bilaterales con entidades vecinales y colectivos afectados, y debates ciudadanos para incorporar la visión del vecindario en las propuestas técnicas.
Tras la aprobación inicial, se abre un período de información pública y alegaciones de dos meses.
Una vez resueltas las alegaciones, el pleno del Ayuntamiento aprobará provisionalmente la modificación.
La aprobación definitiva corresponde a la Subcomisión de Urbanismo de Barcelona, dependiente de la Generalitat.
































