El nuevo puente de Vallbona mejora la seguridad y conecta el barrio
Los vecinos y vecinas de Vallbona ya puede cruzar el barrio con seguridad gracias a un nuevo puente que pasa por debajo de las vías del tren, en la calle de Oristà. Hasta ahora, el único paso era el conocido como puente de ambos ojos, con sendos carriles estrechos que compartían peatones y vehículos, lo que representaba un riesgo constante.
El nuevo puente cuenta con una acera amplia y accesible, separada de los viales, que todavía permanecen cerrados al tráfico. Además, a ambos extremos se ha creado una zona pacificada, con parterres y bancos para el disfrute de los vecinos.
Características de la infraestructura
El puente tiene 11 metros de ancho, seis de altura y más de 13 metros de largo, y se ha integrado en la colina mediante gatos hidráulicos. La construcción ha requerido una inversión superior a dos millones de euros y responde a una demanda histórica de los residentes.
El peligro del antiguo puente de ambos ojos
Anteriormente, los peatones tenían que atravesar con precaución el puente antiguo. Cada paso contaba con solo 3,5 metros de ancho, lo que dejaba un margen muy reducido para el paso de camiones y autobuses, sumado a la ausencia de aceras. Hace años se instalaron semáforos para guiar a los peatones, pero el riesgo nunca desapareció por completo, ya que no todos conocían el sistema y la luz podía cambiar mientras cruzaban.
Con la apertura del nuevo puente, estos semáforos han desaparecido y los pasos de peatones conducen a los vecinos hacia la nueva infraestructura. Sin embargo, algunos residentes siguen usando el antiguo puente, incluso en situaciones de riesgo, como advierten varios testimonios. Una vecina mayor, al descubrir el nuevo paso abierto, comenta sorprendida: «No lo sabía. Pues ya pasaré por allí».
Uso temporal de los viales para obras
El siguiente paso será la apertura de los dos viales bajo el puente, aunque por el momento estarán destinados únicamente a maquinaria y camiones de las obras de soterramiento del R2, que han transformado gran parte del barrio. Esto busca alejar el tráfico pesado de las fachadas y evitar que los vehículos circulen por los estrechos ojos del puente antiguo.
Estas obras durarán varios años. Cuando finalicen y desaparezca el tráfico de camiones y hormigoneras, los viales estarán abiertos al tráfico general, y el puente antiguo quedará exclusivo para peatones. Además, se planea la creación de una gran plaza alrededor, ampliando las zonas verdes y espacios de estancia. Todo forma parte del proyecto AgroVallbona, que pretende potenciar los huertos de La Ponderosa, la acequia Comtal y la recuperación de la antigua Granja del Ritz como motor socioeconómico de la zona.
































