Pelotazo en el sector sanitario: CatSalut pagará con dinero público la sede de Barnaclínic

Pelotazo en el sector sanitario: CatSalut pagará con dinero público la sede de Barnaclínic

La integración del Hospital Plató en el Hospital Clínic de Barcelona, será efectiva el 1 de enero de 2021, y esconde una operación para pagar una nueva sede a Barnaclínic, la parte privada del segundo complejo médico.

El diseño de la operación define un nuevo Hospital Barnaclínic-Plató que nace de dos centros concertados con el Servei Català de Salut (CatSalut) pero que se realiza sin transparencia.

El 29 de octubre, ambas instituciones la confirmaron públicamente. Desde entonces han guardado un discreto silencio y han alegado que estaban cerrando los flecos de la operación.

Hace décadas que la sanidad catalana no presencia una integración tan compleja en la que se escudan los implicados. Pero Clínic, dirigido por Josep Maria Campistol, y Plató, comandado por Jordi Pujol Colomer, también eluden hacer ningún comentario sobre la parte más sensible y que ha encendido las alertas del sector: el presunto pelotazo de Barnaclínic avalado con dinero público.

La Fundació Plató se segregará en dos el 31 de diciembre

El hospital y la actividad asistencial se integrarán en el Hospital Clínic.

La entidad social quedará hueca, bajo el nombre de Plató Social, para dedicarse a «actividades en beneficio de la comunidad».

El Clínic emitió un pequeño comunicado:

«El proceso ha llevado a trabajar por una integración jurídica, que es el paso natural a una colaboración cada vez es más estrecha, que debe seguir garantizando la asistencia a todos sus pacientes y que mejorará la coordinación de los dispositivos asistenciales de nuestra zona de influencia».

Lo poco que las gerencias dicen a sus empleados es que Plató quedará como un hospital satélite para descongestionar el Clínic, cuyas instalaciones se han quedado pequeñas y saturadas.

Inicialmente, se habla de que el centro sanitario menor acogerá parte de las urgencias y, quizás, un sociosanitario. Lo que obvian comentar es que la integración prevé una reparcelación de los 5.366 metros cuadrados en las instalaciones de Sarrià-Sant Gervasi.

La operación urbanística, según los mapas que ha elaborado PSP Arquitectura, prevé trasladar Barnaclínic a este centro.

Barnaclínic

La salida de Barnaclínic de la quinta planta del Hospital Clínic Barcelona no debería coger a nadie por sorpresa. La parte privada del Clínic encajó una denuncia de la Asociación Catalana de Entidades de Salud (ACES) por competencia desleal en 2014.

La acción legal se archivó, pero por el camino la Sindicatura de Cuentas confirmó que Barnaclínic, una sociedad anónima, se apoya en recursos públicos.

En 2016, el exconseller de Salud, Toni Comín, anunció la liquidación de la mercantil para «adecuarla a la ley». En 2016, el propio Campistol confirmó que la sociedad se segregaría de la ciudad sanitaria.

Ha llegado 2020 y Barnaclínic continúa pegada al Clínic. Nada ha cambiado. Pese a que se volcó con la pandemia, la parte privada del Hospital Clínic Barcelona sigue con la configuración que tanta polémica generó en un pasado.

Hospital Plató

En este contexto se produce la integración Clínic-Plató.

La operación, que oficialmente se negocia pero que de forma interna ha levantado una tempestad en el segundo hospital, se lleva con absoluto secretismo.

La negocian Jordi Pujol Colomer, director general, Núria Barahona, gerente de la clínica, y Anna Jover, adjunta a dirección. La cúpula médica no sabe nada y a la parte social no llega la información.

Pujol defiende la continuidad, sin darles ni voz ni voto, de más de 500 sanitarios a 25 días de que el hospital culmine su integración. Hay malestar, y mucho, en las áreas de laboratorio y radiodiagnóstico, a las que ya se ha informado de que no se cuenta con ellas.

«Son gente con 30 o 40 años de servicio intachable», explican los mismos interlocutores. Hay ambiente de protesta, pero la cúpula de Plató está blindada y culminará la operación.

Pelotazo privado con dinero público

Sin información oficial del Clínic y Plató más allá del comunicado citado anteriormente, solo queda lo que dice la parte social y la documentación.

Los sindicatos, reciben información con cuentagotas. En el mejor hospital catalán no dan crédito de que la gerencia esté a punto de quedarse con un centro sanitario endeudado en plena negociación de un nuevo convenio colectivo.

«Presentan mejoras salariales ridículas escudándose en la economía y luego compran un hospital hipotecado».

PSP Arquitectura ha elaborado un proyecto para el nuevo edificio Barnaclínic-Plató. No será fácil. «Plató no está preparado para acoger Barnaclínic.

Se imponen fuertes inversiones y obras para acondicionar una clínica privada excelente. En las condiciones actuales es imposible», recuerdan las fuentes médicas consultadas.

Es aquí donde otros interlocutores conocedores del proyecto sitúan la iniciativa urbanística de levantar nuevas instalaciones para el Plató, que ya habría sido comunicada a los responsables del distrito de Sarrià-Sant Gervasi y al CatSalut.

«Es la construcción de la nueva sede de una clínica privada con dinero público. Es vergonzoso».

Pelotazo en el sector sanitario: CatSalut pagará con dinero público la sede de Barnaclínic