Estudio en Barcelona del fondo marino del litoral metropolitano norte en profundidad
Este domingo pasado el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha calculado la profundidad de la parte sumergida de las playas metropolitanas del Besòs con el objetivo de conocer en profundidad el comportamiento del litoral metropolitano.
Este conocimiento se integrará al Plan de estabilización de las playas que el AMB está llevando a cabo y del que presentó los estudios previos el 16 de diciembre en Gavà.
El objetivo final es saber qué pasa bajo el agua para llevar a cabo actuaciones futuras que limiten la regresión del litoral.
Este estudio, que se ha llevado a cabo en Sant Adrià de Besòs, Badalona y Montgat, ha captado medidas de hasta 15 metros de profundidad y en una franja de 400 o 500 metros de distancia desde la línea de la costa.
Estas franjas son las que más varían en caso de temporales y las que más influyen en las playas emergidas y, por tanto, son las zonas donde se harían acciones correctoras para frenar el retroceso de la costa.
Así, la diagnosis, que recibe el nombre técnico de topobatimetría, se ha hecho utilizando una embarcación equipada con diferentes instrumentos, como sondas que emiten ondas sonoras y un GPS. También ha trabajado un topógrafo.
La embarcación ha tomado medidas desde el metro y medio de profundidad hasta 15 metros bajo el agua.
La presencia de relieve sumergido se calcula gracias a una sonda, que determina la profundidad en función del tiempo que tarda la onda sonora a rebotar desde la embarcación hasta el fondo marino y retorna a la superficie.
Por su parte, el topógrafo, equipado con neopreno y un GPS, ha medido la profundidad restante: desde un metro y medio hasta raíz de arena.
Además, también ha medido la parte emergida de la playa. Estas tareas se han llevado a cabo durante 8 días.
Aparte de la metodología convencional que se utiliza en cartografía, el AMB también ha hecho una prueba piloto con un dron acuático con el objetivo de poder contrastar el resultado, tanto de la embarcación como del topógrafo.
Este aparato de tecnología punta consiste en una pequeña embarcación controlada remotamente y muy fácil de maniobrar.
Cuando se haya terminado este trabajo de campo en las playas del Besòs, se recopilarán todos los datos, se procesarán en ordenadores especializados y se obtendrá una radiografía exacta de la parte sumergida del litoral metropolitano norte.
El producto resultante será un modelo digital del fondo marino con diferentes colores que expresarán las diferentes profundidades y la visualización de otros elementos, como pueden ser rocas, espigones sumergidos o diques.
Estas batimetrías del litoral metropolitano nortecompletarán la radiografía de todo el litoral metropolitano sumergido, en la que ha habido una colaboración interadministrativa para obtener conocimiento de todos los sectores.
Por un lado, el Ayuntamiento de Barcelona explora la costa de Barcelona ciudad, mientras que el Puerto de Barcelona realiza las mediciones del litoral metropolitano sur desde el delta del Llobregat.
Precisamente, el pasado 16 de diciembre del 2019, se llevó a cabo la jornada «Playas con futuro: jornada técnica de estabilización de las playas en el delta del Llobregat’, en el que el AMB presentó los resultados de los estudios previos de estabilización de las playas de Gavà-Viladecans, que incluían las batimetrías de este sector del litoral.
La conclusión es de la existencia de un sistema de barras naturales de arena sumergidas que se encuentran a 200 metros de distancia de la línea de costa, que tienen 1,5 metros de altura y que se disponen a lo largo de 20 km, desde la desembocadura del Llobregat hasta Les Botigues de Sitges.
Estas barras arenosas parece ser que protegen eficazmente la playa con una relación directa entre el mantenimiento de la arena en la playa y la presencia de este elemento natural sumergido.
La voluntad del servicio de cartografía de la AMB es hacer estas batimetrías anualmente, con el fin de conocer la evolución de la dinámica sumergida de la costa y las afectaciones que van provocando los temporales, porque permiten observar los lugares donde los ojos humanos no pueden llegar.
Estudio en Barcelona del fondo marino del litoral metropolitano norte
