Ada Colau celebra el archivo de la querella

Ada Colau celebra el archivo de la querella

¿Quién financia las querellas que se interponen contra Ada Colau y contra el Ayuntamiento de Barcelona? Como dice la alcaldesa «Hay que preguntarse quién pone las querellas».

Y es que la última de estas –por supuestas irregularidades en el otorgamiento de subvenciones a entidades sociales–, es la décima que archivan los juzgados. Además, en esta ocasión, el juez ya recriminó a la Asociación para la Transparencia y la Calidad Democrática (ATCD), que dejase de impulsar una causa sin fundamento contra el Ayuntamiento de Barcelona.

La Fiscalía acusaba a la entidad de impulsar una investigación “por si acaso” encontraban alguna irregularidad, lo que se conoce como una investigación prospectiva.

Pese a la satisfacción por el archivo de la causa, Colau cree que es necesario analizar quién pone este tipo de querellas, quién está detrás y quién las financia.

«Tenemos 10 querellas archivadas y hace falta una reflexión democrática de fondo».

Denuncia que este tipo de acciones persiguen hacer ruido, generar titulares con la idea de que todos los políticos son iguales e intimidar a aquellos que, como el consistorio, confrontan privilegios y que hasta ahora quizás “no se habían encontrado a nadie que les parara los pies”.

La alcaldesa se refiere a la ATCD como una entidad fantasma, insinuando que detrás de la ofensiva judicial podría estar Agbar. «Una asociación fantasma vinculada al lobby que quiere mantener el agua privatizada».

«Más bailar y menos discursos de odio»

En un post en Instagram, la alcaldesa a recordado la celebración del concierto el pasado 28J, al que acudió y bailó sobre el escenario.

«Fui invitada por algunas de las artistas, acabé bailando sobre el escenario. Fui muy feliz y no me he arrepentido ni un segundo, aunque algunos medios y perfiles de derechas me han querido ridiculizar y criticar».

Colau ha indicado que va a seguir bailando siempre que pueda, en privado y en público.

«Porque me encanta, porque es liberador, porque es saludable y divertido. Y, además, le recomiendo a todo el mundo: más bailar y menos discursos de odio».