A Pilar Rahola se le va la olla en TV3 y el programa le apaga las luces del plató
Gritos, insultos y pérdida de papeles de Pilar Rahola en TV3, una «auténtica ida de olla». Este es el espectáculo QUE Pilar Rahola –la que pasara de la política al periodismo sin ducharse–, a protagonizado en el programa FAQS Preguntes Freqüents este sábado.
El programa afronta sus últimas ediciones y Rahola, después de cuatro años con un espacio semanal en el que cobra 6.000 euros el mes, se ha hecho fuerte.
La idea de poner frente a frente a Willy Toledo y a la amiga de Convergencia, Pilar Rahola, no parece que haya sido acertada. Y es que el cara a cara trataba sobre el conflicto Israel-Palestina, y Rahola siempre ha defendido la postura de Israel respecto a la ocupación del territorio palestino. Además, nunca ha escondido su repelús por el pueblo islámico.
El debate se le fue de las manos a la presentadora Cristina Puig. Rahola intentó rebatir los argumentos de Toledo, que apelaba a organizaciones como Amnistía Internacional o Save the Children, y exhibieron posturas irreconciliables. El cara a cara acabó con gritos, dedos acusadores insultos y desprecios. Puig les avisó: «Espero que se arrepienta de lo que ha pasado», a lo que Rahola contestó: «¡Me la suda!». Rahola pronunció un «¡qué cojones!» y acusó a Toledo de defender «terroristas y yihadistas» por sus críticas a Israel.
Ya hay muchos vídeos corriendo por las redes sobre lo ocurrido, ya que la «conversación» dio pARA mucho. Rahola reprochó al actor que como podía defender «yihadistas, el islamismo radical», pero él la acusó de defender un «estado terrorista» y argumentó que lo que «defiende es el derecho del estado de Palestina a defenderse».
Rahola, fuera de sí, apuntaba a Toledo con el dedo, al que tachaba de «radical» y de «no saber nada del tema». De hecho, fue más allá y, directamente, le espetó: «Deje de decir mierdas».
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La presentadora, a la desesperada, gritaba: «¡Tranquilos! ¿De quién fue idea hacer ese cara a cara?» mientras daba un golpe sobre el lado de la mesa de Rahola. Le advertía: «Me enfadaré», algo a lo que la tertuliana contestaba: «No hablaré menos que él».
El programa, viendo que la cosa iba a más, apagó las luces del plató y Cristina Puig, más tranquila, intentó detener un espectáculo que como menos se puede calificar de «vergonzoso» y poco digno de una televisión pública.
